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Limpieza y desinfección en tiempos de COVID-19

Considerar

  • Limpieza y desinfección no son lo mismo y ambos son necesarios para un proceso completo.
  • Limpieza: Retirar o quitar suciedad visible (grasas, incrustaciones, polvo, etc.)
  • Desinfección: Reducir el número de microorganismos a un nivel seguro.

La limpieza ayuda a eliminar los agentes patógenos o reduce considerablemente su concentración en las superficies contaminadas y por ello es un componente indispensable de cualquier método de desinfección. Limpiar con agua, jabón (o un detergente neutro) y aplicar una fuerza mecánica (cepillado o frotado) retira y reduce la suciedad, los detritos y la materia orgánica como sangre, secreciones y excreciones, pero no destruye los microrganismos. La materia orgánica puede impedir el contacto directo de un desinfectante con la superficie y anular las propiedades microbicidas o el modo de acción de varios desinfectantes. Para desinfectar eficazmente una superficie, son decisivos el método usado y la concentración y el tiempo de contacto del desinfectante. Por lo tanto, después de la limpieza hay que aplicar un desinfectante químico para eliminar los microbios remanentes.

Técnicas y suministros de productos de limpieza y desinfección

La limpieza debe avanzar de la parte menos sucia a la más sucia, y de arriba abajo para que la basura caiga al suelo y se limpien al final; hay que proceder de una manera sistemática para no omitir ninguna zona. Utilícense paños limpios al comienzo de cada sesión de limpieza.

En las zonas de alto riesgo con respecto a la contaminación por el virus de COVID-19, use un paño nuevo para limpiar. Los paños sucios se procesarán correctamente después de cada uso.

Se debe mantener en buen estado el equipo de limpieza. El equipo que se utilice en las zonas de alto riesgo deCOVID-19 debe identificarse mediante un color especial y separarse de otros equipos.

Durante la limpieza las soluciones de detergente o desinfectante se contaminan y pierden gradualmente su eficacia cuando hay mucha materia orgánica; en consecuencia, el uso continuo de la misma solución puede transferir los microbios a las superficies siguientes. Por lo tanto, las soluciones de detergente o desinfectante tienen que descartarse después de cada uso. Se recomienda preparar diariamente las soluciones al comienzo de cada turno de limpieza. Las cubetas habrán de lavarse con detergente, enjuagarse, secarse y guardarse invertidos para que se escurran por completo.

Para establecer los procesos a implementar, consideraremos la siguiente clasificación de superficies.

Superficies de bajo contacto.Ej. Pisos, paredes, techos, ventanas, otros.

La limpieza de las paredes, techos, persianas y cortinas de las ventanas está recomendada cuando hay suciedad visible. La frecuencia de limpieza de estas zonas puede ser más espaciada.

Superficies de alto contacto.Ej. Manijas de puertas, apagadores, mesas, otras.

La limpieza y desinfección de estas superficies debe realizarse con alta frecuencia.

La limpieza debe realizarse siempre con MÉTODO HÚMEDO, no utilizar la limpieza en seco con escobas, plumeros o escobillones porque se levanta polvo y partículas que pueden estar contaminadas con gérmenes y virus.

Productos para la limpieza y desinfección

Al seleccionar los desinfectantes hay que tener en cuenta los microrganismos de interés, la concentración y el tiempo de contacto recomendados, la compatibilidad de los desinfectantes químicos con las superficies que se tratarán, la toxicidad, la facilidad de empleo y la estabilidad del producto. Los desinfectantes escogidos deberán satisfacer los requisitos y ser productos de calidad y confiables.

Investigue sobre toda la documentación con la que cuentan los productos, certificaciones, estudios, análisis, esto deberá ser un factor importante para la toma de decisión del producto a utilizar.

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